¿Nos espían por la webcam?

   
 ¿Estás mirando esto desde un ordenador con webcam? Mira a la cámara y sonríe. Si eres un bala perdida de la red o estás más buena de lo normal puede que te estén grabando en este mismo instante. Y es que desde que nuestro colega Snowden nos diese el chivatazo de que Obama y CIA son unas marujas de las comunicaciones, parece que el ojo de nuestra cámara frontal tiene un brillo especial. ¿Nos pueden espiar desde nuestro ordenador? Teniendo webcam, por supuesto.

        No hay que llevarse las manos a la cabeza y tirar el ordenador por la ventana aún. Normalmente la posibilidad de que te espíen por la cámara web es bastante remota. No obstante, resulta sorprendente la relativa facilidad con la que cualquiera puede controlar dispositivos ajenos. Algunos malwares de uso y accesibilidad relativamente sencillo son especialistas en el control remoto de dispositivos. Son las llamados RAT (Remote Administration Tool), y no es necesario ser ingeniero para ser un ratter. Estos roedores tecnológicos consiguen controlar los dispositivos de sus "esclavos", y en el término "controlar" se engloba encender, apagar, borrar, ejecutar, instalar, mover, enviar y crear, por no olvidar el evidente acceso a datos privados y demás material de esta índole. Si además somos de esas personas con la insana costumbre de dejar el ordenador encendido a todas horas, tu computadora puede convertirse en espía doméstico. Y si extrapolamos el problema a dispositivos móviles como los smartphones que consultamos más de cien veces al día y que siempre están con nosotros nos hacemos a la idea de que cualquier sabioncillo puede tenernos vigilados las 24 horas del día.

      No es necesario volver a la edad de piedra y huir lejos de cualquier aparato tecnológico, pero más allá del odioso avast! y su base de datos en continua actualización, podemos ser precavidos en la red. Si bien un gran hacker siempre podrá saber las veces que frecuentamos el baño al día si se lo propone, podemos evitar que estos informatiquillos de pacotilla nos la jueguen en un futuro con chantajes y cosas que no molan en absoluto. 

      Evitar la instalación de este tipo de malwares es bastante complicado. No obstante, debemos ser precavidos. Links acortados de redes sociales, como tuiter, acceso a contenido audiovisual en reproductores sospechosos, publicidad invasiva, descargas poco fiables y páginas "de imitación" son solo algunos de los miles de recursos por donde puedes pasar a ser un esclavo en la red. Y aun teniendo cuidado con este tipo de sitios, cualquier precaución resulta poca.

      Debido a esto, la mejor recomendación que se me ocurre para guardar nuestra intimidad de depredadores cibernéticos es ser conscientes y precavidos con el material personal que pueda suponer un problema en el futuro. Todos tenemos derecho a echarnos las fotos que nos de la gana, pero debemos saber del peligro que puede conllevar este tipo de archivos si los guardamos en dispositivos con acceso a Internet. Tapa ese ojo indiscreto que inocentemente instalan en todos los ordenadores portátiles modernos llamado webcam y e instala un buen antivirus. Y si después de tanta parrafada aun todo te suena a cuento chino y no has sentido ni la más mínima chispa de inquietud en tu interior, te animo a que teclees el nombre de Scarlett Johansson en Google Imágenes. ¿No todas las fotos son en la alfombra roja, eh? Pues lo dicho.